Miradores del Cabo de Gata
Durante nuestro viaje al Parque Nacional del Cabo de Gata visitamos tres magníficos miradores para dejarnos fascinar por el paisaje y su fauna: El Mirador de la Amatista, El Mirador de las Sirenas y el Mirador de Las Salinas.
Tras esta pista de tierra a medio camino entre los Escullos y las Minas de Rodalquilar se encontraba el primer mirador del que disfrutamos durante el #gatatrip, el mirador de la Amatista.
Desde estupendo mirador disfrutamos de una vistas incréibles de los acantilados y descubrimos que el pequeño islote que se ve a mano derecha es la conocida como Isleta del Moro, un lugar frecuentado antaño por árabes y piratas en buca de tesoros.
Desde el mirador de la Amatista las vistas de la Isleta del Moro son espectaculares y por eso debe ser punto de encuentro de muchos enamorados (como reflejan los candados) pero tamién debe ser impresionate verla desde el pequeño pueblo costero del mismo nombre o desde muchas de las calas que rodean los Escullos.
Aunque no es un mirador propiamente dicho, desde la Bateria de San Felipe de los Escullos las vistas también son espectaculares y se ve la Isleta del Moro mucho más cerca, aunque desde el de la Amatista puedes disfrutar del gran entorno natural del Parque Nacional de Cabo de Gata.
Desde el Mirador de las Sirenas se ven unas puestas de sol espectaculares, yo no puede verla porque estaba nublado el día que lo visité pero uno de mis compañeros de viaje (Un mundo para 3) nos deleito una foto del día anterior, podéis verla aquí.
El Mirador de las Sirenas es el más conocido y fotografiado del parque, se encuentra en la localidad de Cabo de Gata junto al faro del mismo nombre. Para llegar hasta el hay que dejar las Salinas a mano izquierda y el mar a la derecha y subir por una estrecha carretera llena de curvas, el trayecto es corto y vale la pena.
El mosaico que te recibe nada más llegar una gran mosaico con una foca monje en primer plano hace referencia al por qué ha este lugar se le conoce como Mirador de las Sirenas. Según cuentan estas fogas habitaban en el arrecifre y es posible que los marineros las confundieran con sirenas cuando las veian posadas sobre las rocas. Hoy en día ya no hay focas monje en este lugar.
Yo llegué a pensar que recibia este noche por las curiosas formas de arrecifre pero parece ser que no es ese el motivo. Estas curiosas formas son pequeñas chimeas volvánicas y por ese tienen un color oscuro tan peculiar.
Frente al Faro de Gata hay un pequeño castilo o fortín desde el que apreciar también el arrecifre, incluso se puede bajar hasta el o surcar sus aguas en kayak, ¡ya tengo motivos para volver!.
El tercer mirador del que os quiero hablar es el de Las Salinas, lugar también situado en el municipio de Cabo de Gata y al que fuimos para ver a los flamencos rosados que según las estación de año habitan en sus aguas.
Si estáis pensando reservar un hotel y pasar unos días en este idílico paraje sin duda no os podéis perder estos lugares.
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La Bateria de San Felipe en los Escullos, Cabo de Gata
Durante nuestro #gatratrip nos alojamos en el estupendo Camping Los Escullos y después de visitar fabulosos lugares de la costa del Cabo de Gata (Almeria) decidimos hacer una visita rápida al pueblo que da nombre al camping.
En el pueblo de Los Escullos encontramos la Batería de San Felipe aunque estaba cerrado, la foto de más abajo la hice entre los barrotes que franqueaban la entrada.
Aunque no pudimos acceder a su interior la vista no fue en vano ya que el lugar sobre el que está construido, la punta del Esparto es un lugar precioso y regala unas imágenes del exterior de la batería estupendas.
Cómo toda construcción defensiva está situada en un lugar privilegiado para divisar cualquier entrada por mar, lo que más me llamó la atención fue que dos torres con circulares y dos cuadradas. De lo que ya no hay restos es del foso que rodeaba el castillo ni el puente levadizo que lo cruzaba.
El castillo o batería de San Felipe está construido sobre una gran duna fosilizada, de ahí el color blanco de la rocas y las formas tan extrañas que tiene.
Esta zona rocosa se ha formado a lo largo de los siglos por la arena blanca trasportada por el aire y fosilizada después, esto también los vimos en la Cala del Cuervo.
Mientras disfrutábamos de las vistas una pareja con su perrito llegaron hasta allí en bicicleta y no me extraña porque todo el Parque del Cabo de Gata es ideal para recorrerlo de esa forma.
Esta zona, con la Isleta del Moro al fondo dicen que es un lugar idílico para disfrutar de la puesta del sol.
Junto a la Batería de San Felipe quedan los restos de otra de las muchas baterías que hubo en la zona. Aquí se grabaron películas como Los Dalton, Nunca digas nunca jamás y El Coyote.
Junto a la Batería de San Felipe se veía una de las estupendas playas que hay por la zona, será cuestión de volver en verano 😉
Antes de irnos puede fotografiar la singular chimenea de una casa cercana, el color blanco y la forma es característica de esta zona y se repite en casi todas las casas.
Hice infinidad de fotos en este paraje, no podía resistirme, os dejo con alguna de ellas 😉
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La Cala del cuervo y sus rincones secretos
Junto al municipio de Las Negras, en el Parque Natural del Cabo de Gata, visitamos una pequeña cala llamada Cala del Cuervo, se accede por una carretera llena de curvas y justo antes de llegar a la playa es necesario aparcar y seguir a pie 5 minutos.
Nosotros fuimos fuera de temporada pero imagino que en verano no debe ser fácil aparcar porque no hay mucho sitio, así que tendrás que llegar prontito.
Es una cala casi virgen donde no se ha construido pero que si que tiene un camping a pie de playa aunque no en primera línea, debe ser una gozada alojarse allí e pegarte un baño de buena mañana.
La playa es de arena con algunas piedras en la orilla, me sorprendieron sus colores, aunque no es de extrañar por el origen volcánico de la zona, frente a la playa se ve el Cerro Negro, una impresionante formación rocosa de color negro en forma de lengua de lava, me sorprendió ver como se reflejaba en el mar.
La cala esta un poco sucia, es una pena porque aun siendo invierno podían mantenerla más cuidada, pero aún así la belleza de las olas chocando contra las rocas ya hacía que mereciera la pena haber bajado a conocer esta cala.
Algunos de los blogueros que iban conmigo no debieron pensar lo mismo y se enfilaron por la montaña siguiendo un pequeño sendero junto al mar ( en la parte derecha de la cala) y se lo agradezco porque descubrieron un lugar realmente precioso.
Aunque la vista asusten un poco fui yo la que me acerque para sacar esta fotografía, el sendero no discurre tan cerca del precipicio y se puede subir con niños sin problema. El recorrido no dura más de 5 minutos, al llegar el color casi blanco de la piedra es espectacular pero aunque se esconde un rincón mucho más bonito. En esta zona si que hay que tener más cuidado con los niños ya que hay huecos entre las rocas y zonas donde pueden resbalar fácilmente.
El rincón secreto es una pequeña cueva inaccesible pero realmente bonita, donde el agua azul turquesa contrasta con el color de la roca, en las fotos que hice no le hace justicia porque es muy difícil fotografiar la zona, en el blog de Legatraveler verás fotos mucho más bonitas, Dany fue más atrevido pero el resultado le valió la pena.
En esta zona la tranquilidad es absoluta frente al mar, un buen lugar para comer (eso hicimos nosotros), aunque sólo lo puedes hacer si vas de excursión en temporada baja, imagino que en pleno verano pegará demasiado el sol, pero si que debe ser un lugar ideal para ver la puesta de sol.
Como siempre os dejo con algunas fotos, si vais en verano espero que volváis a este post a contarme si os ha gustado, estoy segura que sí.
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Los entresijos de las Minas de Rodalquilar
Cuando viajamos visitamos grandes monumentos o las ruinas de muchos de ellos para conocer mejor la historia del lugar. A veces su historia la cuentan otro tipo de ruinas como es el caso del pequeño pueblo minero de Almería, Rodalquilar.
Durante años en esta zona se extrajo oro de sus minas, los yacimientos no están en el pueblo de Rodalquilar sino que están en diferentes cerros de la comarca. En Rodalquilar lo que había era una mina al aire libre y el lugar donde trataban el oro.
Antes de visitar lo que queda de la planta Denver te recomiendo que des una vuelta por La Casa de los Volcanes, un centro de interpretación donde conocer un poco la historia del lugar y sobre todo hacerte una idea de lo que vas a ver.
Nosotros así lo hicimos, dejamos el coche y entramos a preguntar por las minas, pensamos que podíamos visitarlas por dentro (casco y pico en mano) pero esto no es posible porque están cerradas al público. Junto a un antiguo horno de fundición se encuentra una gran maqueta de la Planta Denver donde se trataba el oro, el lugar donde ahora está la Casa de los Volcanes era la antigua nave donde se terminaban los lingotes de oro antes de su venta.
Una vez que empiezas a subir por la semiderruida planta Denver empiezas a notar la magnitud del lugar al ver una serie de grandes zonas circulares donde se removía la tierra para extraer las pepitas de oro.
Desde esta zona también se ve la actual casa de los volcanes y se tiene una primera vista panorámica del pueblo de Rodalquilar, vale la pena seguir subiendo porque las vistas mejoran y porque en la parte trasera se encuentran los restos de la mina al aire libre.
Hay que tener cuidado al subir porque sólo quedan los restos de los que un día fue un prospero lugar. Precisamente su estado semiderruido es lo que más atrae del lugar, al menos para mi y para los que nos gusta la fotografía, encontramos hasta una pareja de novios haciéndose las fotos de boda.
Una vez en la cima de la colina puedes disfrutar de una vista estupenda y tras de ti una gran pendiente de colores rojidos es el lugar donde antaño se extraía tan preciado material , hoy en día se han plantado vegetación para dar un poco más de vida al lugar.
No olvides llevar un buen calzado para visitar este lugar, la cámara de fotos y las ganas de empaparte de la historia de este lugar a través de sus vigas y paredes. La visitas os llevará entre 1 y 2 horas dependiendo de las fotos que hagáis,je,je , yo os dejo con las mías 🙂
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Playa de Monsul, reflejos en el mar
Hace ya tiempo que Fran de My guía de viajes me recomendó la Playa de los Genoveses en Almería como una de las mejores de España. Durante el #gatatrip no tuvimos tiempo de visitarla pero si fuimos a conocer a su vecina, la playa de Monsul.
Elegimos esta playa porque según parece su gran duna es muy famosa, y aunque no fue lo que nos esperábamos, hay que reconocer que es bastante espectacular.
A simple vista lo que más llama la atención de la playa de Monsul es una gran roca con una forma muy singular, hay quien dice que parece una ballena saliendo de la arena (@VirBoxx).
Cuando te acercas, la playa no deja de sorprenderte ya que las nubes se reflejan en el mar cual si fuera un gran espejo.
La ventaja de visitar una playa como está en temporada baja es que puedes disfrutar del sonido del mar, ver como las olas mojan la arena de la orilla e incluso los más valientes pueden contemplar el paisaje desde lo alto de esa gran roca.
El día estaba nublado, pero en vez de ser un inconveniente nos regalo unas fantásticas fotos, eso sí, cuando salió un poco el sol también fue de agradecer.
Por el lado izquierdo de esta gran roca hay recovecos formados con rocas más pequeñas por las que se cuela el agua no siempre de de la misma manera, así que cuidado por donde pisáis porque os podéis quedar atrapados si os acercáis demasiado.
Desde esta playa se puede ir caminando por un sendero junto al mar hasta el Faro de Cabo de Gata, nosotros no optamos por esta opción porque se hacía de noche y el camino es algo largo, pero sin duda por el camino se ha de disfrutar de un paisaje muy especial.
Nosotros llegamos a la playa en coche por un camino de tierra pero curiosamente vimos una parada de autobús junto a la playa de los Genóves así que si no disponéis de coche (algo que os recomiendo), siempre podéis preguntar como llegar en autobús.
Os dejo con una última imagen de este lugar de película que no hubiera dejado de fotografiar nunca.
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